Crear una joya es arrancar un precioso elemento a la naturaleza. Pulir la piedra hasta convertirla en un anillo de oro con incrustaciones de esmeraldas es un arte milenario de artífices de la gemología.  

La tradición de los Castañeda en el oficio de la joyería data de 101 años, cuando Don José Castañeda inicio en el centro de Quito, cerca del Palacio Arzobispal, la joyería que adopto su nombre.

 

Con el pasar del tiempo José Julio Castañeda, hijo, retoma el oficio y funda la joyería Windsor, evocando los duques ingleses hace 60 años. La tradición pasó de generación en generación y fue Hugo Castañeda, nieto, quien heredó la afición por las joyas, oficio que perfeccionó en Barcelona, España transformándose en gemólogo de profesión con estudios avanzados en diseño de joyas en la afamada casa Charles Boucher en Zúrich, Suiza.  

 

En la actualidad Joyería Windsor lidera el mercado de exportación de esmeraldas, tomando en cuenta el principio de que una joya nunca es igual a otra, sino un ejemplar único surgido de la naturaleza y perfeccionando gracias al talentoso oficio del joyero.

 

El maestro Hugo Castañeda se inspira en la bóveda celeste para diseñar las joyas, buscando descifrar el misterio de las constelaciones en cada rasgo de una piedra preciosa. Confiesa que prefiere la clásica herencia de Phorzeim de Alemania o de las escuelas Valenza o Vicenza de Italia, referentes del más alto nivel mundial en el arte de hacer joyas.

 

En Windsor el país encuentra un distinguido exponente de la alta joyería contemporánea, una casa especializada que trabaja con oro de 24 kilates en bruto para alcanzar la perfección de los 18 kilates una vez refinado.

 

Joyería Windsor, en la vanguardia del diseño, elaboración y exportación de esmeraldas ofrece un exclusivo servicio de tratamiento, avalúo y certificación de autenticidad de estas piedras preciosas. 

 

Una esmeralda, desde que sale del cuarzo del berilio y se talla prolijamente, es un elemento precioso con cuerpo y alma de mujer, según confiesa Hugo Castañeda, tratada en aceites de cedro hasta obtener ese verde fuego que le caracteriza.

 

En países asiáticos la esmeralda es el símbolo de salud, virilidad, amor y pureza en la mujer, quien la recibe como obsequio, en días especiales como bautizo, cumpleaños o boda. En fechas importantes exprese sus sentimientos con una joya, símbolo de estatus y afecto sin igual.

 

Por: Leonardo Parrini